jueves, 16 de octubre de 2008

Trágame tierraaa!!!

Los trágame tierra son aquellas situaciones vergonzosas que suceden donde queremos escapar de la vergüenza y del oso y por eso se dice... Trágame tierra

Aquí hay algunas historias de trágame tierra que suceden en la cotidianidad...



El chico de tus sueños siempre es testigo de tus osos, ¿lo dudas?
¡Qué resbalón!

Estaba patinando en la calle con mis amigas de los más normal. De repente, pasó el chico más lindo de mi barrio junto con sus amigos. Cuando lo vi me puse a hacer maniobras en patines y en una de esas, me lancé de una rampa que había puesto una de mis amigas y me tropecé con una piedra. No me lastimé, pero la vergüenza fue inmensa.




Para las chicas...
Estaba en la media hora de descanso en la escuela y, cuando me voy a parar, una chica me dijo discretamente que no me parara, pues estaba ‘manchada’. Muy linda, la niña se ofreció a llamar a la secretaria para que me llevara algo para cubrirme. En eso sonó el timbre para regresar al salón y todos me decían “ya párate y vámonos. Yo le pedía que me dejaran”. Mis amigas me pararon a al fuerza y me caí al suelo, todos me vieron con el pantalón pintado de rojo. Para colmo, en ese momento llegaron las secretarias con un pantalón de repuesto y toallas y las mostraban a todo el mundo. Salí corriendo al baño deseando que me tragara la tierra.

Para las celosas...
Me fui de shopping con unas amigas, y de repente, vi de lejos a mi novio con una chica, ¡iban abrazados! Él le daba besos en la cabeza, entonces decidí armarle un problemón. Cuando le reclamé, la chica empezó a reírse. No me aguanté más, le embarré en la cara un helado que yo iba comiendo; nos agarramos de los pelos. En eso, la mamá de mi novio se acercó para separarnos y gritó: “¡Es su hermana!”. Me quería morir.

Trágame baño!!!
Era un día normal hasta que una amiga me mojó. Llevaba el pelo planchado así que me enojé y agrarré una botella para mojarla a ella también. En eso llegó un amigo y me empezó a mojar, salí corriendo y me metí al baño corriendo pensando que él no se iba a meter al baño de niñas, justo cuando estaba a punto de entrar vi al chavo que me fascina y por voltearlo a ver ¡me asoté contra la puerta que estaba cerrada! El chavo se me quedó viendo y se soltó riendo. Ese día quería morirme. ¡Trágame baño!

Se te cayó el brasier!!!
Estaba en una piscina y mis primas y yo nos pusímos a jugar con una pelota en una alberca, cuando de pronto me dio frío y decidí salirme del agua. Todos me miraban pero no hice caso hasta que mi prima me gritó: ¡Hey primita, se te cayó la parte de arriba del vestido de baño! Al voltear hacia abajo me di cuenta de que era cierto. ¡Qué horror!

La despistada...
Estaba entrando al colegio de lo más feliz escuchando música cuando de pronto vi al chavo que me gusta y lo empecé a seguir. Sin darme cuenta entré al baño de hombres y lo vi en esas cosas donde los hombres orinan, ante tal impacto se me escapó un grito y el me corrió. Salí corriendo y desde ese día, nunca más se me volvió acercar.

La manchona!!!
Qué mejor manera de empezar una cita con una salidita al cine. Eso fue lo que hicimos mi novio y yo. Después de salir de la peli (que por cierto estuvo buenísima), fuimos a comer, luego él de lo más caballeroso me trajo a mi casa en su precioso auto nuevo. Lo malo es que en ese momento tenía el periodo y sentí un bajón y ¡resultó que había manchado el asiento de piel de su auto nuevo! Yo estaba súperapenada no dije nada y, cuando llegó el momento de bajarme del coche, obvio se dio cuenta y me dijo: "¡Este es el carro de mi papáaaaaaaa".

La velluda...
Acabábamos de graduarnos de bachiller y nos fuimos a festejar a una finca. Todo iba súperbien, me puse mi traje de baño nuevo y me veía espectacular, nos metimos a la piscina y cuando me quería salir, mi amiga me rogaba que no me saliera jalándome de las piernas y en una de esas soltó la tira de mi vestido de baño y quedé en descubierto y para colmo ¡no me había depilado! Salí corriendo de la pena, pero ¡¡¡puf!!!, me resbalé y rodé muy cerca de donde estaba el establo de las vacas y caí justo encima de todo su popo. ¡Fue asqueroso! Todos se burlaban de mí y yo me quería morir.

La aflojada
Resulta que comí un chocolate que al parecer estaba pasado y me cayó mal. No di importancia y seguí mi camino. Ya en la escuela me sentí fatal y tuve que usar el baño, la verdad entré corriendo porque ya no aguantaba más. Lo malo es que en mis prisas, no me di cuenta de que la puerta del baño no cerraba y de pronto se abrió, ahí fue cuando me di cuenta de algo nefasto...¡estaba en el baño de niños! En ese momento lo único que se me ocurrió fue subirme los pantalones y salir corriendo. No sé si alguien me vio o no, pero verdaderamente quería que ¡me tragara la tierra!

Los calzones de Mickey Mouse
Estaba en la escuela de lo más a gusto cuando llegó la hora de la clase de educación física. El uniforme es una camisa y una sudadera, total que el maestro nos dijo que empezáramos a estirarnos porque íbamos a jugar voleibol. Muy obediente me puse a estirar y cuando me senté con las piernas abiertas para tocarme la punta de los pies, pasó justo en frente de mi, el niño que me gusta y se empezó a reir. No sabía de qué se reía y volteaba para todas partes para reírme junto con él, hasta que miré para abajo y me di cuenta de que mi pantalón tenía un hoyo enorme, ¡así que se me veían todos los calzones con estampado de Mickey Mouse!

La mocosa...
Estaba en la escuela y me picó una abeja y empecé a llorar porque soy alérgica a la picadura de estos insectos. Lo increíble fue que el niño de mis sueños fue donde yo estaba y me preguntó: "¿Qué te pasa?" y le dije que me había picado una abeja. Ya me iba a dar un abrazo cuando se detiene y nota que tenía un enorme moco en la nariz guindando y me dijo: "¡Uuuuuu nena! ¿qué no te limpias la nariz?", y me quedé callada y me fui corriendo a mi casa. Lo malo fue que al otro día todos en el colegio me gritaban: "¡oye tú come mocos!" ¡Fue horrible!




Coméntanos acerca de éste tema y cuéntanos tus trágame tierra!!!!